Doomed by Blogger







Yo soy Providence

3.7.04

Estimados amigos,

Como mi corresponsal Sibelius Liddleride me aconseja, he estado buscando mi propio nombre en algún buscador de internet y cuál ha sido mi sorpresa al encontrar repetidas veces mi nombre asociado a desagradables prácticas musicales, a estilos de "ruido" (no puedo decirlo más eufemísticamente) agresivos, que no tienen nada que ver conmigo.
Amparándose en una mala interpretación de algunas de mis obras, parece que algunas bandas musicales se quedaron en la superficialidad de mis textos, creyeron que el Necronomicón y otros libros nefandos sacados de la invención por mí o por mis amigos eran reales, y, en definitiva, como dijo el gran Cervantes, al que siempre he admirado, se les resecó el celebro. Porque. queridos amigos, ya me diréis qué tiene que ver el horror con una música apestosa llena de ruido y gritos.

Un momento, quizá tenga que ver más de lo que creo.

De todas formas, a un modesto caballero de Providence sigue
prefiriendo los arabescos de Debussy, las sinfonías fantásticas de Berlioz, las truchas de Schubert, algunos cuartos de hora de Wagner, y, como mucho, cuando he bebido algo de sidra más de la cuenta, un poco de la música alienada de Paul Hindemith, pero no más. Esta es solo una de las muchas mal interpretaciones que se han hecho de mí en estos últimos años. A veces me dice Marthin Valero que mi obra ha sido más famosa que Jesucristo (él se ríe cuando dice esto, pero no sé por qué aún) malinterpretada que la de Nietzsche. Aunque no debería ser yo quien repitiera esas palabras de vanagloria.

Vuestro por las auroras de Urata-Nijima,

Cisne Negro | |