Doomed by Blogger







Yo soy Providence

15.4.04

Estimados amigos,

En el orbe cristiano católico acaban de pasar las fiestas móviles de la Pascua de Resurrección. En nuestros tiempos de civilización y -supuesto- arrinconamiento del oscurantismo medieval, en plena Europa, tan racional ella, y en muchos lugares del globo, llegan con estas celebraciones religiosas la parte más bárbara de la religión. Fustigaciones, promesas masoquistas, crucifixiones en vivo, y miles de representaciones de cómo un cabecilla revolucionario judío fue torturado y ejecutado públicamente hace dos mil años. Los regueros de sangre corren entre las grandes procesiones de venerables beatas que siguen con devoción el paso de la macabra cabalgata de cristos sudorosos y romanos malísimos. Después, claro, nuestras más insignes cabezas pensantes dirán que el mundo islámico es un mundo de fanáticos, de descerebrados seguidores de una religión machista, de mártires por una causa inexistente. Pues dejadme deciros que a mí tanto asco me da que unos locos se den espadazos en la cabeza en la fiesta de al-Arbaín señala el fin de los 40 días de luto por el imán Hussein, uno de los santos más venerados por los chiítas, como que unos encapuchados del Ku-Klux-Klan se abran toda la espalda a base de latigazos. Yo al menos no le veo mucha diferencia.
La devoción, amigos, el fanatismo, la radicalidad es lo que ensucia nuestro mundo. Más vale quedarse tibio ante la vida y no implicarse mucho, no ensuciarse demasiado, y mucho menos con patrañas religiosas que sólo sirven para alimento de los débiles. Quizá fue por mi formación, pero yo perdí la esperanza de todas esas futilidades a una edad muy temprana, incluso pasé por una fase pagana y otra musulmana, pero heme aquí, libre de cadenas teológicas. Amo las iglesias, pero porque soy un aficionado a la arquitectura. Me gusta mirar al cielo, pero sin esperar ver a un ser ajeno a nosotros que nos manipula como madelmans, sino porque me gusta otear el cielo con mi telescopio.
Cuánto ganaríamos sin todas estas cuestiones.

Vuestro por la Conjunción de Evam Zarisnatkim,


Cisne Negro | |


8.4.04

Estimados amigos,

Las nuevas tecnologías no acaban de casar conmigo. Acepte yo que el llamado procesador de textos es un buen invento, y aun que la red pueda tener un buen uso y fin entre personas educadas e inteligentes, pero lo que no puedo entender de ninguna de las maneras es el correo electrónico y sus oleadas de basura que periódicamente llegan a mi buzón virtual.
Al principio, como caballero inglés que soy, hice lo posible por escribir a aquellos emisarios que me enviaban su publicidad fraudulenta, intentando hacerles desistir de su cometido con muy serias palabras por mi parte. Esta tentativa no funcionó, es más, creo incluso que resultó contraproducente, pues cuanto más escribía a mis vérdugos electrónicos, más cantidad de escoria recibía.
Y qué anuncios comerciales, pardiez. ¿Realmente creen que una persona como yo necesito miles de oportunidades de condonación de deudas -de acuerdo, no vivo en la abundancia, en esta mi casa de Providence, pero tampoco necesito mendigar-, alargamiento de pene (¡por las barbas de Gideón, habráse visto mayor desvergüenza! Me tratan como si quisiera emular a un selvático mandingo... Una vez más se prueba la naturaleza bestial e idiota del ser humano), cámaras con chicas vírgenes en directo (la única utilidad que les veo sería un ritual para convocar a Hastur), anuncios de comunidades donde homosexuales monstruosos se exhiben en ropa íntima, etc.? Toda una fauna subterránea vive en las cloacas de la red, y se alimenta de la inmundicia y de la bilis derramada por algunos navegantes otrora pacientes. Pero qué le vamos a hacer.
Me he armado de paciencia y he ido aplicando pacientemente selectivos filtros escogidos de forma sabia e inteligente para poder mermar el efecto de esta inmundicia virtual al mínimo. De momento parece que funciona, pero quién sabe qué nueva treta se inventarán estos enemigos invisibles. Me los imagino en su cubículo, de manos raquíticas y calva esplendorosa y brillante, tapadas sus piernitas por una manta de ganchillo de origen familiar, conspirando nuevas trampas para hacer perder el tiempo a los que de verdad no podemos perderlo con monsergas estúpidas o discutiendo el sexo de los ángeles. Ya reventarán.

Vuestro por el Oscuro Brillo de las Otras Náyades,

Cisne Negro | |